viernes, 26 de noviembre de 2010

DEJEMOS DESCANSAR A LOS DIOSES

El blog de la liberacion de miedos y temores, no he posible que siga viviendo con esa pesada carga de temores en tu consciencia, liberate y comienza a ser libre nuevamente.

Cuando lleguemos a comprender que las fuerzas que gobiernan el universo están dentro de nosotros mismos: que la inercia, la pasibilidad y la conformidad no nos han permitidos exteriorizar, producto de la fe religiosa. Tomaremos la decisión de dejar descansar a los Dioses.

Cuando lleguemos a comprender que el universo está gobernado por leyes que aún desconocemos y otras que conocemos pero no aplicamos: tomaremos a decisión de dejar descansar a los Dioses.

Cuando lleguemos a comprender que los males que padecemos son el producto de nuestras propias faltas y de nuestras bajas pasiones, de nuestras maldades y nuestras ignorancias: tomaremos la decisión de dejar descansar a los Dioses

Cuando dejemos de crear Dioses esclavos de nuestras pasiones y creencias, con sus interminables pedidos exigiendo ayudas que nos permitan aliviar el dolor que nosotros mismos nos hemos producidos: tomaremos la decisión de dejar descansar a los Dioses.

Cuando para nuestra propia protección y seguridad creamos Dioses. Porque desconocíamos las leyes que rigen el universo. Hoy con conocimiento de causas y efectos, debemos de tomar el rumbo de nuestra propia existencia: Tomaremos la decisión de dejar descansar a los Dioses

La vida de los Dioses, deberá ser muy triste, pues han sido creados para, secar lágrimas, exculpar faltas, aliviar dolores. mitigar hambre, calmar dolores, apaciguar temores, suavizar malestares, disminuir congojas, dulcificar amarguras, excusar yerros, atemperar holgazanería.

Cuando entendemos que todo esto es producto de nuestra propia creación: Tomaremos la decisión de dejar descansar a los Dioses.


Cuando lleguemos a la comprensión de que creamos las guerras para justiciar nuestros intereses, y que los enfrentamientos entre nosotros mismos, son el producto de nuestras desacerbadas pasiones, de nuestra falta de amor hacia nuestros hermanos, de nuestro locos deseos de poder, de nuestros egoísmo, de nuestras avaricias, y que para justificar todos estos males lo hacemos en nombre de Dios: Tomaríamos la decisión de dejar descansar a los Dioses.

Si comprendiéramos que nuestro deseo de dominar a los demás es la consecuencia de imponer nuestro método y falsas creencias, para que otros se conviertan en marionetas de nuestras voluntades, descalificando a los demás en nombre de Dios, rechazando y humillando, a todo aquel que no piense como nosotros: Tomaríamos la decisión de dejar Descansar a los Dioses.

Si entendiéramos que el mal está anclado en el corazón del ser humano, y que no es producto de la voluntad de ninguna deidad, a la cual se la atribuimos para justificar los deseos de conquista, para vencer al contrario, para humillar y aplastar al débil, para someterlo. Para justificar las crueldades que las guerras producen: Tomaríamos la decisión de dejar descansar a los Dioses.


Si llegáramos a comprender que el odio, la maldad, el deseo de venganza, es nuestros, y que habita en nuestra ser interior como males humanos: llegaríamos a la conclusión de que la maldad en el mundo es hecha a nuestra imagen y semejanza, no de ninguna divinidad: Entonces tomaríamos la decisión de dejar descansar a los Dioses.


De todos los males que a través de los siglos ha sufrido la humanidad, los cuales se hayan producido a consecuencia de la maldad del mismo hombre, así como de los fenómenos que se producen de manera natural, en ningunos de ellos ha quedado fuera la voluntad de Dios. Cuando lleguemos a la comprensión razonable, de que todos estos males los ocasionamos nosotros mismos, y que los fenómenos naturales son el producto de la violación natural a todo lo creado. Llegaríamos a la conclusión de dejar descansar a los Dioses.

Los Dioses en vez de ser seres infinitamente omnipotentes, todo poderoso y eterno la ignorancia los conviertes en sus esclavos. Esclavos de las bajas pasiones humanas, de la creencia idolatra. De las alabanzas hipócritas e interesadas. Creyendo que para los Dioses son Coca-cola en medio del árido desierto. Esclavos de los seres no pensantes que lo utilizan para escapar de las realidades a las que están obligados a enfrentar en esta existencia terrenal. Cuando lleguemos a esta conclusión: tomaríamos la decisión de dejar descansar a los Dioses.

Cuando lleguemos a la comprensión de que debemos permanecer unidos por el amor. Cuando las religiones no nos dividan con sus métodos. Crearemos todos juntos la fuerza necesaria capaz de realizar los grandes cambios que espera la humanidad. Ya que en nombre de los Dioses se ha procurado detener el avance de la especie humana, creándose mitos, falsas leyendas, destruyéndose y quemándose verdades existenciales. Y creándo en cambio mentiras profundas, tejiéndose espantosas falsedades, tergiversando verdades históricas, destinadas a detener su avance, desapareciendo hombres ilustres, e incinerando verdades, capaces de abrir los senderos por los cuales debió de conducirse la verdad, cerrándole el paso, la barrera de la ignorancia. Cuando comprendamos esto. Dejaremos descansar a los Dioses.

Cuando comprendamos que debemos parar la compra del voto ciudadano, aprovechándonos de sus miserias y sus necesidades, estaremos en el umbral de ir forjando un mundo mejor para todos, entenderemos entonces que no tenemos la necesidad de crearnos seres divinos, producto de nuestra propia imaginación. Expandiéndose la conciencia interior y la ignorancia le dará paso a la razón y a la ética, y entenderemos, que el universo se rige por leyes sabias e inmutables. Y dejaremos descansar a los Dioses.

Comprenderemos además, que cuando desterremos de nuestra conciencia interior las falsedades de las cuales estamos impregnados, estamos abiertos, a que penetren en nosotros muchas otras leyes naturales que aun desconocemos, pero que permanecen ocultas bajo el velo de la ignorancia. De los mitos y las falsas creencias. Cuando comprendamos esto: Dejaremos descansar a los Dioses.

Liberemos a los Dioses de nuestros mezquinos intereses, de nuestras insatisfechas necesidades, de nuestros egoísmos y resentimientos, de nuestros desmanes y atrocidades, liberemos a los dioses de nuestras cadenas en las que nuestras bajas pasiones de miedos e ignorancias nos han aprisionados. Tomemos cada uno de nosotros el timón de nuestro velero de la vida. Si de verdad deseamos darle una razón a nuestra existencia, debemos de esforzarnos en buscar dentro de nosotros mismos los factores psicológicos que nos permitan acceder a producir esos cambios. Si comprendemos todo estos, nos daremos cuenta que no tenemos que crear esclavos espirituales que hagan el trabajo por nosotros y que guíen nuestros pasos en la oscuridad y la ignorancia creada por nosotros mismos.

Debemos dejar descansar a los Dioses, dejemos que se sumerjan o se disuelvan en la nada de la cual los hemos creados.